Cuando se está en la fase de construcción de una casa, es muy común cuestionarse acerca de las diferencias entre contratar a un profesional independiente o a una empresa constructora, más allá del simple aspecto del precio.
A continuación, se presentan algunos puntos que resulta importante considerar al momento de tomar una decisión:
Desventajas de optar por una empresa constructora:
- Precio: Desde una perspectiva estricta, las empresas suelen tener costos operativos más altos en comparación con un constructor individual. Esto se debe a que el equipo en una empresa opera con una estructura más amplia. Por lo tanto, en términos de gastos indirectos y honorarios, resulta económicamente más viable, como mínimo, contar con los servicios de un profesional independiente.
- Tamaño del proyecto: Las empresas, debido a su mayor capacidad de producción, tienden a asumir proyectos de mayor envergadura. Si el proyecto que se tiene en mente no es muy extenso, podría resultar complicado encontrar una empresa dispuesta a llevarlo a cabo.
Ventajas de elegir una empresa constructora:
- Estructura: Las empresas, gracias a sus equipos de trabajo, disponen de sistemas y estructuras que les permiten llevar a cabo tareas de manera especializada. Los presupuestos, el control, la supervisión, la dirección y los equipos de albañilería suelen estar especializados en áreas específicas, lo que puede resultar en un nivel de calidad superior.
- Multidisciplinario: La variedad de áreas de especialización dentro de una empresa fomenta el intercambio de ideas y permite brindar una atención y servicio al cliente más efectivos. Esto mejora la experiencia del proceso en su conjunto.
- Respaldo: Una empresa ofrece un respaldo ante cualquier imprevisto que surja durante el proyecto y tiene la capacidad de asumir responsabilidades.
En resumen:
En términos generales, un profesional independiente se encarga de las funciones de supervisor y responsable de obra. Sin embargo, debido a la limitación para abarcar todos los aspectos de manera integral, tiende a descuidar el control presupuestario y suele emplear sistemas de gestión poco eficientes para la producción, además de descuidar la comunicación con el cliente. Si el proyecto es pequeño y tiene un plazo corto, puede ser una buena opción considerar los servicios de un profesional independiente. No obstante, si se busca llevar a cabo un proyecto más grande y complejo en términos de control, la mejor alternativa sería optar por una empresa constructora que pueda ofrecer garantías y seguridad en la inversión.
