Historia de la casa 43 de Lisa.

Hoy quiero compartir el escrito que redactó Lisa, clienta de la “Casa 43” en el centro de la ciudad de Mérida. Cuando leí este escrito lo compartí con Mario, mi socio, y nos llenamos de alegría, porque para esto nos levantamos todas las mañanas en ORRISA; por esto buscamos siempre ser mejores.

Y Lisa, se que muy probablemente estés leyendo esto, agradezco muchísimo tus palabras, te agradecemos la confianza y ¡gracias a clientes como tú seguimos adelante!

Mi casa del centro es un sueño hecho realidad. Nunca me había imaginado como dueña de una casa, y mucho menos como dueña de una casa en un país extranjero muy lejos del mío. Me pasé a Mérida en 2018 y me enamoré de la cultura yucateca, con su comida única, historia distinta, y gente tan cálida.

Empecé a buscar una casa en Mérida pero me costó trabajo encontrar la casa que al final compré. Vi tantas casas en las que no me podía ver. Algunas eran demasiadas chicas, algunas demasiadas grandes, algunas caras y algunas baratas. Lo que me encanta de Mérida como ciudad es la variedad de arquitectura histórica que existe y los rasgos de su pasado que aún se siente hoy. Buscaba una casa que tuviera historia propia. Aunque Mérida sigue creciendo mucho, sabía que quería tener una casa más céntrica con todo al alcance. Fui a ver tantas casas y aunque cada una tenía su encanto, ninguna me hizo sentir en mi propia casa, en mi hogar. Vi muchas casas, pero ninguna era mía.

No me acuerdo cómo fue que encontré la Casa 43, pero desde el momento en que entré por primera vez, me sentí en casa. Fue amor desde primera vista y la ubicación era todo lo que esperaba. La casa estaba en buen estado y se notó que los dueños siempre le daban su mantenimiento y por contar tantos años (¡pudiera contar con un siglo!). Me encantó su estilo neocolonial con sus techos tan altos con las vigas antiguas y pisos originales de pasta. En medio del terreno había un magnífico árbol tan grande. Y lo mejor de todo era el patio vacío, un lienzo esperando inspiración.

Con un arquitecto local de Mérida, diseñamos un proyecto para una nueva parte de la casa, aprovechando el fondo del patio. Podía imaginar una extensión moderna de la casa existente y una alberca en medio de todo. Me encantó el plan final. Pero una vez que el trabajo del arquitecto lo que faltó fue una constructora para llevar a cabo el diseño y hacer realidad el proyecto arquitectónico. Pasaron unos meses cuando por medio de una amiga, encontré el Grupo ORRISA.

El Grupo ORRISA me ayudó a llevar a cabo el proyecto. Se me hizo el proceso súper fácil. Los ingenieros y todo el personal siempre contestaban todos mis preguntas y dudas. Se comunicaron conmigo durante todo el proceso. Y gracias a su considerable experiencia en el área de construcción, ya tengo la casa de mis sueños en el centro de Mérida. Es el logro más grande de toda mi vida y me siento muy agradecida por toda la ayuda que Gruop ORRISA me brindó.”

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